6/5/08

CAMINOS


Nuestros caminos son cercanos. A veces te miro, otras me tiendes la mano, incluso conversamos mientras hacemos camino. El terreno es difícil, accidentado. En algunas zonas oscuro y con dudas. El rumbo que seguimos no es idéntico, pues en ocasiones nuestros caminos se separan, las manos que uníamos se alejan con ellos. No te veo, mi camino es oscuro de nuevo, te siento y no estas aquí, te espero, te sueño, imagino tu sonrisa; mi camino se ilumina, ahora es mi sonrisa la que enciende y puedo ver más lejos, me ayuda, estoy prevenido de los baches y reacciono con antelación.
Llueve, miro al cielo, mis ojos, mi cara y mis sueños se mojan, tu sonrisa se borra. Tropiezo, me levanto y a oscuras nuevamente me encuentro, es la noche que aún no acaba.
Subo escalones, sorteo obstáculos, nada me detiene, poco a poco, pero siempre avanzando.
Un escalofrió, y cuando menos me lo espero, tu camino con el mió de nuevo se interlaza.
Me siento impotente, tu caminar hoy es duro y yo no puedo hacer nada, costoso pero también, siempre avanzas; me alegro, sonrío y si puedo te espero…

Es bonito saber que no todos los caminos son como el nuestro, pero no por ello iguales o más o menos complejos. Después de todo seguiremos avanzando...